Hay muchas cosas que te quiero decir que no sé ni por dónde empezar. Creo que partiría por decirte que te amo, lamento si alguna vez te hice sentir como si no te amaba o no me importabas. Eres alguien muy especial para mi, eres la primera persona en toda mi vida que me ha dado amor de la manera que tú me lo diste. Yo jamás, en toda mi vida pensé que sentiría el tipo de afección que tú me diste.

Aún recuerdo cuando nos conocimos, yo en esa época estaba muy triste y me sentía muy solo pues había perdido contacto con alguien muy cercano a mi. Siempre me ha costado hacer amigos, no lo sé por qué. Me cuesta conectar con la gente, pero cuando conecto con alguien tiendo a estar con esa persona y pasar la mayoría del tiempo con ella.

Realmente no tenía la esperanzas muy altas, no pensé que tendría suerte con una aplicación de citas, pero cuando vi tu carita bonita y la forma en la que me hablabas por texto sentí esperanza. La primera vez que nos vimos en persona en esa estación del metro yo estaba muy nervioso, había tratado de vestirme de manera decente, usaba en gorro para que no se me viera tan mal el pelo y había usado productos para la piel para tenerla más decente.

Aún recuerdo cómo me mirabas cuando estábamos comiendo los dos sentados en el parque y estábamos conociéndonos y conversando de nuestras vidas. Yo realmente no sabía si me estabas mirando o si me estaba pasando rollos, pero notaba tu mirada fijada en mi con una sonrisa en tu cara mientras yo comía ese Subway.

Recuerdo que esta fue una tarde muy bonita, estaba terminando Enero y hacía calor, estábamos bajo la sombra de un árbol en ese parque al que fuimos repetidas veces. Recuerdo que yo estaba trantando de hacer conversación y te estaba mostrando mi juego mientras estábamos acostados en el piso. Yo estaba muy nervioso porque notaba que te acercabas más y más a mi sin saber cuáles eran tus intenciones.

Fue muy bonito haber besado a alguien por primera vez, yo me sentía muy tonto porque nunca había besado a nadie y a ti te sorprendió. Aún así fue hermoso, fue muy lindo sentir tus labios y ver tu carita de cerca, ver tu nariz, tus ojitos, tu frente, tus pecas. Y sentir el calor y suavidad de piel se sintió muy surreal.

El mes de Febrero fue muy lindo, yo estaba de muy buen ánimo y con alegría de tener a alguien que disfrutaba de estar y salir conmigo. Recuerdo la vez que fuimos a comer la pizza más rica del mundo en ese local del Bellavista, me gustaba verte comer, y también me dio risa que a ti te extrañó que yo racionara la pizza en dos mitades exactas, porque pensabas que lo hacía para que no comiera menos de lo que me tocaba, cuando en realidad era para que yo no comiera más de lo que me tocaba.

Al final, fuiste tú quien me dio en la boca parte del último pedacito que te tocaba.

Fue bonito ir a la quebrada contigo, a pesar de que nos cansábamos subiendo, valió la pena al ver los lugares que vimos, meternos al agüita y ver a los guarisapos que estaban en el agua, hace tiempo que no los veía y había olvidado como se veían de cerca. Después cuando bajamos me sentía tonto porque te invité yo a la quebrada y me empezó a doler de nuevo la rodilla. Y después más encima me enfermé en el metro, y tú te preocupaste tanto de mi, me daba cosita porque no quería que te preocupases, y hasta que llegué a la casita me seguiste preguntando cómo estaba.

Recuerdo ese 14F, cuando fuimos al museo y vimos esa triste atracción de una matanza a una tribu indígena en el norte de Argentina. Tú que me conoces sabes que siempre hablo de como este tipos de injusticias son las que hacen que tenga el tipo de punto de vista que tengo sobre el mundo. Debo admitir que a este punto ya estoy un poco un poco desensibilizado a este tipo de cosas, y yo solo quería aprender un poco más de este evento que nunca había escuchado. Cuando salimos de esa triste habitación me llegó mucho ver como te había afectado, yo pensé que sería algo aburrido de la historia para ti pero ver como te afectó me hizo admirarte más, ver como te preocupas por otros es de las cosas que más me ha gustado de ti, esa sensibilidad que te hace tan bella persona.

Un poco antes, cuando estábamos sentados en el piso dibujando en esas croqueras, yo miraba con admiración esos "bocetos" que para mi serían algo que me tomaría años hacer, aún conservo esos dibujos que hiciste, yo sé que tú aún conservas esos intentos de dibujos que yo hice. Tampoco olvido ese chocolate que se derritió en mi bolsillo cuando estábamos acostados en el parque.

Después los meses pasaron rápido y sin novedad, me gustaba esa rutina. Era bonito ir a la Universidad sabiendo que iba a estar acompañado, me gustaba verte paradito en los torniquetes de la U, con esa guardia pesada que hacía show para que entrases. Era rico almorzar junto a ti, esperar juntos que se calentase la comida, y sentarnos a conversar mientras comíamos, compartiendo esas bebidas que siempre me regalabas.

Me daba penita dejarte esperando solo cuando me tocaba el taller de fotografía, pero me gustaba llegar a escondidas después a saludarte por sorpresa y abrazarte. Creo que la tarde era mi parte favorita del día, porque podíamos estar regaloneando en ese sillón y descansar hasta que llegara mi papá, me alegraba cuando mi papá se demoraba en llegar para abrazarte un ratito más.

Siempre voy a apreciar que te dabas tiempo de tu día para venir a verme, de verdad lo apreciaba, y me siento un poco culpable por nunca haberte ido a ver a tu Universidad cuando tú siempre me visitabas a mi. Lamento eso.

Se sentía bonito tenerte en mi casa, y me daba alivio ver que te sentías bienvenido acá, en especial con mi mamá. Era bonito descansar contigo en mi cama mientras veíamos videos o simplemente nos abrazábamos. Me gustaba despertar y sentir tu calor al lado mío, y poder abrazarte durante toda la mañana.

Perdón si alguna vez te hice sentir como que no quería escuchar tus problemas, no era eso, solo me pasaba que no sabía como ayudarte con todo lo que te acomplejaba, y la idea de que te pasara algo malo me quedaba dando vueltas en la cabeza durante todo día, ojalá poder haber sido más claro respecto a eso, nunca fue mi intención hacerte sentir mal. Me gustaría haber sabido que sentías que te estaba dejando de lado, lo último que quería era que te sintieras triste. Realmente me hubiera gustado poder haberte ofrecido alguna solución concreta a todo lo que te acomplejaba, de verdad que me dolía el alma verte llorando o bajoneado.

No pretendo intentar que volvamos a estar en una relación amorosa, claramente no soy el indicado que te complementará, y si no deseas seguir siendo amigos también lo entiendo, pero quería hacerte algo, como las cartitas que tú siempre me hacías, para hacerte saber que fuiste alguien muy importante para mi y que aprecio mucho el tiempo que pasamos juntos, y te aprecio mucho como persona. Eres alguien muy fuerte y valiente, quiero que tengas éxito en la vista y que seas feliz.

Te agradezco todo lo que me brindaste durante estos meses, realmente me alegraste la vida. Te quiero mucho, Samuel.

Si quieres guardar esta página como recuerdo, aquí está un link a los archivos